9 feb 2013

Catálogo de fauna turística IV - El turista panlingüista

El turista panlingüista corresponde a un perfil bastante paleto. Cree que su idioma se habla en todo el planeta, incluso que los niños ya nacen hablándolo, así que se dirige a cualquier autóctono en un campechano castellano. Esta actitud la mantendrá tanto con el director del hotel Hilton de Nueva York como con un vendedor ambulante de Dakar, pero se acentuará cuando se encuentre en países a los que, bajo criterios de lo más pintorescos, considera subdesarrollados, pobrecillos míos. Jamás intentes hacerle ver su error. Es inútil (léase como substantivo y adjetivo). Cualquier gesto de asentimiento él lo interpretará como que ha sido entendido: “¿lo ves?” te dirá ante tu cara de escepticismo.

El conflicto nace cuando, por el contrario, el turista constata que no es entendido, pues se referirá al interpelado con desprecio, incluyendo insultos, porque total “no se entera, es tonto”. El autóctono, que tampoco es idiota leyendo el lenguaje corporal, suele comprender que está siendo insultado y pillará un buen cabreo.

En definitiva, este perfil genera malestar entre la población local, a la que invita a observar a cualquier turista como a un energúmeno prepotente. Estando en las antípodas de la discreción, la presencia de estos turistas es demasiado notoria.

No hay comentarios: