Como los medios de comunicación no son objetivos, no he podido comentar nada sobre los cambios en la sanidad de la comunidad autónoma de
Madrid hasta que no he recabado la debida información.
Básicamente, diversos centros
sanitarios privados atenderán a los pacientes en lugar de hacerlo la seguridad
social. Estos centros recibirán fondos de las arcas públicas y, a
cambio, además de la atención sanitaria, correrán con los gastos, cuyo grueso lo
compone el pago de nóminas y el coste de uso y mantenimiento de las
instalaciones, incluyendo el instrumental.
Obviamente, el beneficio para el centro no será otro que la diferencia
entre los fondos públicos ingresados y los gastos. Dado que el objetivo de una
empresa privada es maximizar el beneficio, veamos qué mecanismos tendrá. Es
sencillo:
- Precarización de las condiciones laborales del personal sanitario, tanto en horarios como en sueldos. Habrá mucha gente que se alegrará por ello, gente que dirá que ahora hacen pocas horas y cobran mucho, así que espabilen. A esa gente sólo recordarle que este juego no consiste en que “estemos todos igual de mal” sino en que “estemos todos igual de bien”.
- Disminución de los servicios. Para visitarte no tendrán inconveniente, hasta te ofrecerán sugus, pero como tengas que hacerte algún tipo de prueba (resonancia magnética, endoscopia, mamografía, tomografía, analítica, etc.), ya puedes perseguirlos con la escopeta. Eso vale dinero. Y ya no hablemos de tratamientos específicos como hemodiálisis, quimio y radioterapia, intervenciones quirúrgicas o incluso del tiempo que puedas permanecer ingresado.
Concluyendo, se recomienda la compra de acciones de la
Bayer, ya que la venta de aspirinas se va a disparar.